Nunca he sabido escupir,
mis lapos son explosiones.
No puedo escupiros como quisiera,
como un fusil, cada esputo una bala.
Así que os rocío de babas
como un jardinero riega sus plantas.
Qué frustración...
Cae el sol: me amargo. Anochecer horizontal
incluso para quien no merece respirar.