Asumí un compromiso ya até mi tiempo más.
Ahora mis palabras son mis carceleras.
Un fin posterior es la apuesta por el tedio
y no puedo evitar dudar sobre ello.
MIentras pasan los días va minándose mi yo
y, carcomido por el gris, un amanecer es un adiós.
Y no quiero verlo porque esto me demuestra
que llegar a un cambio real está cada día más lejos.